lunes, 2 de marzo de 2009

los que rìen, los ùltimos.

¿Sirvio para algo el sacrificio? Acaso para que no pudieran alterar su itinerario hacia lo imposible, someter sus vidas, amordazar sus risas. La risa de los que mantienen las esperanza. La risa de los que aun sienten la nostalgia del paraìso, frente a la carcajada desdentada del tiempo.
Señoras y señores con ustedes estos herederos de una estirpe extinguida en su màs difìcil todavia:
Continuar un sueño que cruzando la soledad llegue màs allà de la muerte.













[la zaranda].

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